sábado, 28 de julio de 2007

Pelemos al pelambre

" Quien tiene ojos para ver y oídos para oir, se convence de que los mortales no pueden encubrir secreto alguno. Porque cuando los labios callan, hablan las puntas de los dedos y la emoción rezuma por todos los poros del cuerpo."
Sigmund Freud
Y así fue como las palabras dejaron de ser tan trascendentales para mí. Se las lleva el viento no sin antes haber dejado la tendalá que para ellos triunfantemente excusan que fue hecha con justa razón.
La gente no sabe lo que dice, solo pensamos, llegamos y tiramos lo que nos parece lo más inteligente y posteriormente obsequiamos un caos infernal al otro.
Me apesta esto.
Comentarios como " huele a perfume barato" o "puta que es fea y se jura rica", caen pésimo a las personas que no estan escasas de cordura y valoran aunque sea un poco el concepto bastante deteriorado de lo que significa integridad.
Y es que quedan pocos, y no nos veamos la suerte entre gitanos, porque pa' eso sacamos premio, y digo sacamos porque tanto ustedes como la que escribe goza el bichito de "puta que es rico pelar", tranquilos, a mí también me pasa, pero cuando leí la frase que esta ubicada un chiquitín más arriba, altiro lo relacioné con este punto y me sentí como las weas, lo siento pero hoy no tengo ganas de ocupar un vocablo rico en vitaminas y minerales. Porque cuando llega el pobre infeliz del cual anteriormente uno habló que era por poco menos lo peor, los más falsos colocan su mejor sonrisa y aquí, no ha pasado nada.
Pero la gente no es tonta, si a fin de cuentas uno percibe más o menos cuando es repudiado y escupido por alguien, y si no, hágame el favor de darse un tiro.
¡Qué manera de descuerarse esta gente! lo encuentro penca, sin sentido, cobarde e hipócrita, en definitiva eso habla mal de usted, no lo haga, pienso si es que lo lleva realmente a alguna parte. Es un craso error, pero puede ser evitable si usted lo desea. Le recomiendo que se vaya a un rincón solo busque donde colocar sus asentaderas y haga como yo, pensar en esto detalladamente.
Como testimonio, me gustaría decir tanto como peladora oficial y tambiñen como probable víctima de este asqueroso y por qué no, de esto maquiavélico balbuceo, que me siento embargada por una fétida sensación de razonamiento retrasado y que doy gracias a " Quién Sabe" y que probablemente nadie se daría cuenta de todo esto queme sucede sino lo hubiera publicado en este sucucho de palabras.
Me quejo de toda esta esta farsa, de este adjetivo innecesario que nos caracteriza tan a gusto, me acuerdo que mi mami, que también pela y descaradamente lo niega, una vez mencionó en medio de una sesión de fecas que consideraba fehacientemente que aquellos individuos que hablan mal de otros, no queriendo darse cuenta, se sienten peor de lo que ellos mismos opinan a destajo diariamente, dice que es " La Ley del Espejo ".
MAMÁ : Imagina hija, que estas con un grupo de peladoras y estan descuerando a Pepita, lo que cada una opine de ella será lo que cada una siente que es lo más bajo de sí misma, pero no sean capaces de sacarlo a la luz, quieren evitar ese mal rato, ¿me entiendes?.
Por ejemplo, si una dice que Pepita se mete con todos y es aquí y es allá, es porque ella se siente muy interiormente así, o también cuando la gente bla bla bla bla bla y más blá; gracias una vez más mamá, se entendió tu idea.
P.D. : Por favor, si un día me ven haciendo algo incoherente a lo que he dicho en este espacio, les exigiría que me lo hiciesen saber, lo más probable es que los mire con evidente vergüenza y me vaya como cuete a mi casa a llorar como María Magdalena.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás qué te habrá provocado escribir con tal desprecio al pelambre.
Algún suceso no muy digno de recordar, supongo.

Al leerTE, lo primero que pienso, e instantáneamente desprecio, es el deporte olímpico del mentir.

Una vez me pasó, que me maravillé al ver un cuerpo. Era tan bello, tan tierno, tan sublime...
Me paseé alrededor de ese perfil perfecto, e incluso su aroma me cautivó.
Sin darme cuenta tropecé conmigo mismo y descubrí que su silueta era grotescamente deforme...una sonrisa forzada, repugnante...

en fin,
me he ido escalando las cómodas ramas
pero será mejor acabar con esto

adiós
no aporté en nada al comentario pero escribí lo que quería escribir

.estupendo.

atte,
Gonzalo